terça-feira, 12 de maio de 2015

Sobre castillos y olas

No somos todos imaginación?
Nuestra interacción trata de evitarlo, a su manera.

Miro a los castillos de arena ingenuamente edificados en la playa, obras de cuidado obsesivo, y, luego después,
la loca ola que viene en su danza azarosa de aguas y vientos...
El mar retrocede y queda una imagen borrosa de lo que era el castillo y sus ideas.
Se puede asumir o hasta obviar la pre-existencia del edificio pero ya discernir su naturaleza es un hecho imposible.
Ya el castillo no es el nuevo monte húmedo formado, ni la ola que vuelve a regresar.
Casi diria que no existe más.
Vivo queriendo ser mas ola que castillo.
El buen observador ya lo sabe...construí uno muy pequeñito para decir un mar de pavadas.
Cada palabra, una pared arenosa.

Eterno dilema vergonzoso de existir sin ser ola.

Si soy tan inventivo o me queda algo de suerte, invoco ahora desde acá que una bella ola despacio venga y lave mi alucinación razonada.
El vago mar de vagas en su inconsciencia decida lo que vendrá.

Nenhum comentário: